Atracción sobrenatural


Por Sergio Babino

Desde ya, a todos nos vienen por estos días, gratos y tristes momentos de nuestra casa del futbol que está por desaparecer. 

Como socio, uno pensó en el mañana y el mismo está en el nuevo Urbano que, detalles más, detalles menos, lo estamos armando para vivir un futuro más actualizado. 

Pero hoy, los recuerdos nos surgen como hongos y los masticamos para esta etapa de transición. Uno de los lindos recuerdos personales fue mi atracción a nuestra cancha cuando allá en los principios de los 70, desde el Dorrego mirábamos en los recreos parte de la práctica y hasta nos hacía gritar los goles del equipo que formaba como titular.

Luego, en las mañanas, venía el picadito en el espacio que se había destinado para la cuarta tribuna. Nos sentíamos parte de las prácticas. Yo iba a la tarde y en ese entonces practicaba la primera en ese horario.

Una anécdota que pocos saben, y ya en la presidencia de Meyer, conocí a un parapsicólogo de nombre Luis, con experiencia de ser contratado por muchos clubes de primera y le dije a mi amigo Bellido teníamos que curar la cancha. Yo lo llevo (me parece que fue después de Español). Obviamente, pocos sabía y ¡se cagaban de risa! y mucho más cuando Luis comenzó a caminar en una nochecita, con pasos largos, haciendo movimientos con los brazos para dar un diagnóstico. ¿Y saben que dijo?: “Muchachos hay una fuerte onda negativa que sale de los vestuarios”. Todo quedó ahí y nadie lo creyó.

Hoy veo, con el tiempo, que Luis tenía razón, ya que desde hace tiempo en ese sector (corazón del fútbol) algo anda mal plasmado, de mala energía, donde aún no nos podemos poner de acuerdo, bancando intolerancias, sin cabezas abiertas. Yo no creo en brujos pero...


Así que, muchachos, despidamos con alegría al viejo Urbano y traslademos al nuevo estadio ¡mucha, pero mucha energía positiva, con un club unido, con mentes abiertas! y los que quieran seguir como ahora, se compren un departamento en el nuevo complejo y nos miren por TV.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Firmá tu comentario, con tu nombre, apellido y tu dirección de correo electrónico.