Y de la mano de Pipo Ferreiro...


Martín y familia. Pasión en la cancha o por radio.
Por Martin Cruz Villalba

...  Lo que pasó es que en un momento en una pausa de la reunión levanté la voz y me dirigí a Víctor Hugo. 

-Oiga…, Víctor Hugo, usted ¿no tendrá, por casualidad, aquí la grabación del partido, que relató en la cancha del Club Deportivo Morón entre el Gallo de mi alma y All Boys cuando Racing estaba en la B?

-Uhh ¿para qué?. Todo lo que había construido se derribó en un instante.  

Me dijo: -No se pibe, qué se yo, buscalo en mi página web. Y se fue.  ¿Qué les iba a explicar de mi pasión por el Gallito de mi alma?  ¿Qué les iba a explicar? Que yo quería tener un registro del día que me hice hincha del Club Deportivo Morón y del día que conocí personalmente a Víctor Hugo.  

Ese día es inolvidable yo estaba terminando la primaria y mi tío me llevó a la cancha. Caminamos desde el cementerio de Morón por La Roche hasta el estadio. La cantidad de gente era tremenda. Yo era un piojo en la popular que tenía que saltar y esquivar una bandera, roja y blanca, larguísima para ver el partido de a ratos. 

Al único que veía era al 10, parecía que tenía un imán con la pelota, todos se la daban a Colombatti. El DT era Pipo Ferreiro, sonaba fuerte en la popu el canto: “que de la mano de él íbamos a dar la vuelta”. 

También la gente cantaba: "llora el gordito Muñoz, llora también Tatata, el Gallo es el campeón la vuelta va a dar". Ahh ¿será por eso que se fue caliente Víctor Hugo? No sé, no creo. El es un señor. 

Pero, ¿Qué les iba a explicar? Que el Gallo en esa tarde se clasificaba para la liguilla y All Boys se salvaba del descenso y la gente de las dos tribunas estaba como loca y eran amigas las hinchadas en aquellos momentos. ¿Qué les iba a explicar? Que cuando terminó el partido empatado el estadio todo decía: “Floresta y Morón un solo corazón”. 

Cantando la marcha peronista se lanzaron a la cancha para confundirse en un abrazo diciendo: “Perón, Perón que grande sos”. ¿Qué les iba a explicar? Que cuando se fueron todos, con mi tío terminamos en la platea esperando que bajara de las cabinas el relator. Que efectivamente bajó con la camisa desabrochada en dos botones y con un puro cubano en la mano izquierda y mi tío le pregunta: "¿y Víctor Hugo? ¿Quién va a ascender este año?" y él le responde con una sonrisa, no sé. 
En ese momento supimos que no era para nosotros, que ese año no se nos iba a dar y que teníamos que esperar y seguir alentando. 

Y bueno, me desperté de aquella pesadilla y ahora soñaré un sueño despierto. Un sueño en el que Víctor Hugo venga a nuestro estadio y relate un tatata gol Akerman, el ángel del gol y una atajada enorme de Migliardi y con ese gol y esa atajada ascendamos para nunca más volver a la B.  Para toda esa caterba que nos llaman gallinas de la B.

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