Gerardo junto a su hijo Marcelo, a quien contagió esta "enfermedad" |
Tengo 49 años.
¡Y no quiero dejar el
Urbano !
¿Es progreso? ¿Es futuro? ¿Es mejor ? El
tiempo lo dirá...
Sólo puedo
decir que estoy escribiendo esto y estoy muy triste y estoy casi llorando. Desde
el 73 con Platense a la fecha, puedo decir que recorrí el país con el Gallo de
mi alma. Es mi familia, es mi barrio, estoy orgulloso desde el día en que mi
viejo me llevó, y no dejé jamás de ir. Hasta ver un amistoso a Fray Bentos, ya
de mayorcito, hasta con el cuervo en Vicente López, donde lo duplicamos en
gente.
Decir
Urbano es Patagones. Esperar la camioneta de Mingo, después Daniel. Es el Tano,
pedrito Morales, Canche, Patán, Arkansas el más grande de todos, Piedrita, etc.,
etc.
Vi a
grandes jugadores, que los tocabas y pensabas que eran gigantes, López, Bergessio,
Colombatti, Stagliano, Spindola.
Es el 80 y
el 90, y también, por qué no, el 77. En Caseros con Estudiantes, es copar Lanús,
la lateral de madera o la vieja cancha de Quilmes.
Todas las
tribunas de Mataderos, pisar fuerte en todas las canchas. Es que el Polaco Paul
te cobre la entrada para jugar a la pelota al costadito y diga “vos no porque
vas a la cancha con negociación con Willie”.
Decir
"el Urbano" es decir mi vida, parte de ella o toda, sembrar ajos para
quebrar la mala suerte en el medio de la cancha, pero no hizo efecto...
Es haber
llevado muchos años después a mi hijo (y sigo llorando, pero peor) al cual enfermé
con este sentimiento tan puro y desinteresado. Es dar todo sin pedir nada a
cambio.
Es recordar
a mi viejita que hoy va a estar más cerca de la nueva cancha, en el
cementerio, justo enfrente (no puedo más), cuando me dijo “¿de Morón o del 77 querés
ser socio?”. “De Morón, viejita querida, ahí van todos mis amigos”.
Es ver a
los Aventín destruir el pasto con las coleadas en el 80, es ver a Víctor Galíndez
venir a verlo campeón del mundo, Monzón con los galancitos, Cosmos, Boca, Alemania
Oriental, Ferenvaros…
Amigos,
este año cumplo 40 años con el Gallo, y me despido del Urbano y NO QUIERO.
Abrazo a
todos. y tengamos memoria.
En el URBANO FUI FELIZ
Bien Gerardo. Es una nota muy emotiva. Imposible no emocionarse porque es parte de nuestra historia. Ahora miremos hacia adelante y pensemos que se inicia una nueva etapa en la que el gallito ocupará el lugar que se merece por su historia y su hinchada.
ResponderEliminarCarlos